María José Cabello
Arte Sonoro
https://soundcloud.com/jocelyn-nunez-baeza/deichler-zamorano-olave-cariaga-cabello
Ni estos ni los otros, menos aquellos que
siendo amigos de esos, pudieron saber de
dónde venía aquel sonido, entonces, los
otros propusieron que esto, no era otra cosa
que eso, y estos, no conformes, discreparon
diciendo que aquello, sin duda, era esto,
entonces, no estando de acuerdo, decidieron
observar más detenidamente, -si!, dijeron
aquellos, ahora estamos seguros que es eso,
-hay pero no se que ven aquellos dijo uno de
los otros, desde aquí, se ve nítidamente esto,
-que extraño, dijo otro de esos, que para
nosotros no es eso ni esto, es lo otro,
mirándose sorprendidos, partieron,
imperfectos.
Rodrigo, 50 años.
Hay una casita bonita, en un lugar muy muy
lejano, la casita es muy pequeña y vivía un
solo un niño que se llama Rafael, y Rafael fue
a buscar comida al bosque y cuando venía a
casa vio que la gallina destruyó todo y que se
cayeron los vidrios de las ventanas eso hizo
mucho ruido y también se cayó la puerta, se
destruyó toda la casa, todo estaba en el
suelo y después el tenía que reparar, todo lo
que hizo la gallina, Rafael reparó todo su
casa otra vez… y colorín Colorado, este
cuento se ha acabado.
María José, 5 años.
He repetido el mismo día desde hace
tiempo, el cierre del chaleco suena, el metal
cortado cae, la búsqueda de aquel tornillo
perfecto, los lápices tirados sobre un papel
con medidas, el bullicio de los que buscan la
felicidad, todo siempre igual, ¿Seré uno de
ellos?, solo una persona lo sabe, él me
encerró aquí, soy aquella alma atrapada que
algún día será libre. sí, soy un pájaro en una
jaula en medio de una fábrica antigua. Mi
revoloteo no se mira, sin embargo, todos
saben cuál es nuestro destino, saben que
nuestra única forma de ser libres es
muriendo.
Enrique 19 años.
Era una noche lluviosa, ella abrió su mochila
para sacar sus llaves, cuando de repente se
caen al piso, al recogerlas se da cuenta del
inmenso viento que empezó a correr, al
entrar a la casa, escucha un sonido
proveniente de la cocina, al parecer un vaso
cayó de la nada, al acercarse se da cuenta
que la ventana estaba abierta el viento hacía
que las cortinas se elevaran eso produjo que
el vaso cayera,llega a su sillón y comienza a
escuchar como empieza a llover fuertemente
se paró a buscar una cobija para abrigarse y
cuando escucha de nuevo el sonido de unas
llaves al ver la puerta se da cuenta que era
su madre entrando, ella decide ir por otra
cobija y acostarse con su madre a escuchar la
lluvia y el viento sonar.
Maria, 37 años
A lo lejos … voces de hombres y mujeres,
acalladas paulatinamente por el ruido
acompasado de metales y otros elementos,
que van ocupando el espacio con su
monotonía. Ya no hay tiempo para disfrutar
de la maravilla de escuchar los tonos y
colores de la voz humana, el ruido
perturbador a triunfado. Silbidos,
raspaduras, golpes, martillazos,
encontronazos, caídas; todo un lenguaje
indescifrable, que solo nos altera los
sentidos, provocando un incontrolable deseo
de huir para ir en búsqueda de la dulce
armonía, y así recuperar la calma y el
equilibrio. Huir a través del pensamiento, el
puente para tomar distancia.
Amelia, 59 años